Que
se había apretau un tigre una mano en un peñón. Y va un hombre y
lo ve. Y le suplica el tigre que lo saque. Le dice el hombre que no,
que él lo va a embromar si lo saca. Y que el tigre le suplicaba, que
lo saque, que él le va a pagar muy bien. Y lo sacó el hombre. Y que
éste 'taba encajau di hacía muchos días. Ya cuando lo sacó el
hombre, y le pasó el dolor de la mano al tigre, que le dice,
¡caray!, muy suelto de cuerpo:
-Güeno,
te vuá tener que comer porque 'stoy sufriendo mucho hambre.
-No
-le dice el hombre-, vos me dijistes que no me ibas a comer. Cómo
vas a hacer eso en pago de que t'hi librau yo.
Y
el tigre le dice que un bien con un mal se paga y que se lo va a
comer no más. Y entonce el hombre le dice que espere, que van a
buscar un juez a ver qué solución daba. Y jueron y encontraron un
caballo viejo, arruinau, y un güey también inútil, y los dos
dijieron que ellos lu habían servíu al hombre y él les había
pagau mal. Y áhi se lo quiso comer el tigre al hombre. Y al fin lo
convenció que busquen otro juez. Cuando redepente lu encuentran a
don Juan.
Y
entonce lu habló al zorro, el hombre, a ver si le podía servir de
juez.
Y
entonce dice don Juan:
Güeno,
se jueron. Y que le dice el hombre:
-En
esta peña ha estau preso.
Que
era un peñón bárbaro. Y le dice al hombre que lu alce. Que lo
solivió el hombre qu' era muy fortacho y el juez lo mandó al tigre
que ponga la mano. Y cuando 'taba bien apretau el tigre, dio la
sentencia el juez:
-Que
se quede áhi preso por desagradecido.
Y
le ordenó al hombre que lo mate áhi. Y el hombre le pegó con l'ojo
'e l'acha en la cabeza hasta que lo mató. Y se jueron los dos
juntos, di amigos. No sé ha sta cuando les duró l'amistá.
Venancio
Heredia, 22 años. San Francisco del Monte de Oro. Ayacucho. San
Luis, 1951.
Campesino
nativo de la comarca. Ha cursado los grados de la escuela primaria.
Es un buen narrador.
Cuento
603. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 048
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