Si
habían juntau el león, el tigre y el zorro. Y se van ande había
una estancia di un viejo solo.
Bueno...
Llegan áhi, y lu atemorizan al viejito. Vivía solo. Le dicen:
-¡Oh,
qui hacís viejo aquí!
-Aquí
'tamos -dice.
Dice:
-Y
si no los atiende bien lo matamos.
-No,
no, todo lo que quieran.
El
viejito tenía di un todo.
Bueno...
Entonce viene, y dice:
-Qué
quiere usté -que le dice al zorro.
-Yo
quiero una gallina.
-¡Cómo
no! ¿Y usté?
-Una
oveja -dice el león.
-¿Y
usté?
-Una
tambera.
Bueno...
Entonce va y les lleva, y va y les da todo.
-Y
todo los vamos a servir.
Ya
'taban días sobre días áhi. Ya el viejito, todo les servía a
ellos. Se iban al campo. Iban y volvían. Y volvían otra vez a la
estancia del viejito. Bueno... Y entonce, un día, ya, que hacían
que les hagan tortas, así, en la arena, calentada en la arena. Y
bueno, y un día que dice el viejito:
-Qué
hago con estos bichos gordos y yo solo.
Viene
el zorro y que le dice:
-¿Ya
'tá la cazuela?
-Ya
va 'tar -que le dice.
Se
tira a dormir, así, cerca.
Viene
el viejito, y tenía el montón di arena caliente y lo pone así.
Tenía un alto, ¿no?, con mucho juego. Y dice:
-¿Qué
hago con este bicho?
'Taba
roncando, tranquilo.
Levanta
un poco la ceniza con las brasas a un lau, y lu agarra y le echa, y
lo larga.
¡Ah!...
Se
manda a mudar.
Bueno...
Llega el tigre. Bueno... Llega el tigre y dice:
-¿Ya
'tá la comida?
-Ya,
ya va 'tar, ya.
Y
áhi no más se tira a dormir tamién.
Y
agarra un fierro qui asaba la carne, el asador, ¿no? Y lo pone al
juego.
Y
el bicho 'taba con la cola abierta, 'taba, todo.
Lo
agarra y lo calienta bien al asador y que dice:
-¡Estos
bichos que mi han comido todo! Y le mete en la cola.
-¡Madre!...
Y salta y se manda a mudar.
Bueno...
En seguida viene el león y dice:
-¿Ya
'tá la vaca?
-Ya
va 'tar, ya. Dice:
-Bueno,
mientras yo duermo, usté me prepara...
-¡Cómo
no! -dice el viejito.
Se
tira a dormir el león.
Y
dice el hombre:
-Ya
le guá dar.
Tenía
una maza grande. Que dice:
-¡Ya
va ver!
Y
le larga un mazazo y le pega en las caderas y sale el bicho abierto.
Bueno...
Él se queda esperando áhi, ¿sabe? Se queda esperando áhi. No
venían ya, ninguno.
Que
dice:
-¿Qué
hago ahora? Parece que ya se van a ir estos bichos.
Bue...
Si ausentaron. El león había tomado para un lado, el tigre por
otro, el zorro por el otro lau...
Al
tiempo van y se juntan el león y el tigre. Flacos, claro, habían
sufrido mucho... Y había una sola aguada. Que tenían que ir al agua
áhi. Ya que iba el zorro, claro, lo que lu había quemau, se li
había corríu el cuero para arriba y si iba riendo, se le vían los
dientes por el cuero quemado.
Y
que dice:
-Miralo,
pues, al zorro. Miralo a Juan, se viene riendo de nosotros.
-Dejalo,
cuanto venga aquí lo vamos a pillar y lo vamos a comer.
Ya
cuando ha veníu cerca, dice:
-¡Ya
vas a ver! -que le dice. Reíte no más de nosotros.
-¡Oh!,
si yo no me río -que dice.
-¿Y
pórque 'tás así?
-Ando
así como diez días. Ya les guá contar lo que mi ha pasau.
Se
llega.
Bué...
-Y
pórque 'tá tan flaco, tío tigre, tío león -que les dice.
-No
sabís lo que los ha hecho allá el viejo -que dice.
-¡A
mí lo que mi ha hecho!
-¿Qué
t'hecho?
-¡Qué
viejo más fortacho! -dice. Mi agarrau así
de las orejas y mi ha pegau un apretón. Del lau izquierdo hi quedau
sordo. Como 'toy, no hi podíu sanar.
Bué...
-Que
esti hombre, dice, ha sabíu tener el dedo muy caliente -dice el
tigre. Mi ha metíu el dedo en el poto, dice, así. ¡Que mi ha
quemau, dice, con el dedo! Hi salíu y agatas hi sanau.
-A
mí, ¡nu es nada! -dice el león. A mí mi ha pegau una piña en las
caderas, dice, qui hi quedau mal, dice, así, con un sobregüeso,
dice. Y vamos a ver, si no volvimos más, dice.
-Yo
menos.
Y
no volvieron más.
Eulogio
Tejada, 68 años. Villa Unión. General Lavalle. La Rioja, 1968.
Variante
del cuento tradicional.
Cuento
628. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 048
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