El
tigre pierde la presa
El
tigre se iba en el monte y lo encontró al
mono dormido en un rayo de sol. En este monte hay pocos lugares donde
entra el sol, é todo muy cerrado. Y el tigre lo dispertó al mono. Y
el mono al ver al tigre, asustado empezó a gritá, y movía lo pelo
del jopo. El mono mueve mucho esto pelo que hace reír. Y al tigre le
gustó eso, y él quería hacé lo mismo. Y el tigre le dijo al mono
que no lo iba a comé si él le mandaba el remedio para él hacer así
también, con eso pelo de la cabeza. Entonce el mono le dijo que sí,
que le iba a hacer un remedio para que él haga mejor todavía.
Bueno, le dijo que tenían que ía un lugar y que él le iba enseñá
muy bien. Y siguieron hasta encontrar un árbol alto que tenía mucha
enredadera icipó,
esta diana
que le llaman. Le dijo que le iba a dar una peinada. Entonce le hizó
sentá al tigre ahí, acostado en el suelo. Le 'taba por dá la
peinada. Y el monito buscó el peine, que se llama el
peine del mono, una fruta, y puso
atrás una piedra, que no se vea. Y ahí vino, lo empezó a peinale
al tigre. Y 'taba contento el tigre. Y en un momento de eso, el mono
le da con la piedra en la cabeza, con toda fuerza. Y el mono pegó un
salto al árbol y se escapó y lo dejó al tigre con la cabeza rota.
Trepó por la enredadera y se jue. Y así se salvó el monito que es
muy letrado, como decimos los misioneros.
Paulino
Silvano Olivera, 59 años.
Eldorado.
Iguazú. Misiones, 1961.
El
narrador es uno de los primeros pobladores criollos de esta comarca
poblada por colonos extranjeros, en su mayoría alemanes, polacos.
Cuento
758 Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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anonimo (argentina) - 048
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