Dice
que una vez Dios estaba repartiendo ropa para todos los perros.
Entonces todos se apresuraban para recibir mejor cantidá de ropa.
Dios les dio a todos los perros ropas distintas y muy lindas. El
perro pila, por pereza, no se molestaba a
ir, pero ya al fin se ha dado cuenta que se quedaba atrás y entonces
ha querido tener su parte. Pero ha llegado tarde y ya nu había más
reparto. Habían quedado por áhi unos poquitos pelos. Entonce Dios
le puso en la cabeza y en la cola, esos pelitos que le quedaban,
porque ya no tenía nada, porque no li alcanzaba más.
Y
por eso, por ser tan lerdo, si ha quedau perro pila, que no tiene más
que unos pelitos en la cola y en la cabeza.
Juana
Rueda, 52 años.
Fuerte
Quemado. Santa María. Catamarca, 1968.
Campesina
que ha concurrido a la escuela primaria del lugar.
Aprendió
los cuentos que sabe de la madre, Basilia Rueda de Renda, de 82 años,
gran narradora, pero que ya ha perdido la memoria.
Cuento
798 Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 048
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