Que
resulta que el avestruz, como es grande, lo mira en menos al sapo,
porque el sapo es tan chato. Una tarde que se encuentran, el avestruz
para réirse, lo desafea:
-Haber
quén ve el sol primero, mañana.
-Güeno
-dice el sapo.
Al
otro día bien temprano se levantan. Entonce el avestruz se pone
mirando pal naciente, pa abajo. Entonce el sapo se pone mirando pa
arriba, pa la Cordillera adonde alumbra primero el sol. Claro, el
avestruz tiene las patas largas y el cogote largo, y el sapo se
pierde en el pastito, tan chato comu es, y el avestruz créiba que
ganaba lejos. Al rato no más le gritó el sapo:
Y
el avestruz miró a la Cordillera, y lo vido, claro, alumbrando las
cumbres. Y claro el sapo lo vido primero y le dice entonce el
choique:
-Mi
has ganado. Bueno, pero mirá, te corro una carrera.
-Güeno
-le dice el sapo.
-Vamos
a poner un plazo de quince días.
-Güeno
-le dice otra vez el sapo.
El
avestruz se réiba, claro, porque 'taba seguro que di un tranco no
más que diera lo dejaba atrás el sapo.
Y
entonce el sapo se buscó otros cólegas, y metro a metro ponía un
sapo. Áhi 'taban escondidos entre las basuras de la orilla de la
cancha. Y él se puso al otro lado de la raya, como haciendo de
ganador.
Y
para el momento de la carrera pusieron vedores, jueces de largada, y
avisaron a la gente que juera. Y todos hicieron apuestas. Claro todos
jugaban al avestruz.
Y
güeno, llegó el momento de la carrera, y ya se me prepararon y
largaron la carrera. Y el avestruz, tranco que pegaba en la carrera,
siempre vía un sapo adelante d' él. Y más si apuraba, y lo mismo.
Y el choique decía:
-Yo
tan veloz que soy, pero este sapo siempre me lleva adelante la
carrera.
Entonce,
una vez que llegó a la raya, el sapo ya estaba del otro lado, y le
ganó. Y el sapo con voz altanera le dice:
-¡Oh!,
¡señor Choique!, te gané la carrera.
-Bueno
-dice el avestruz, con vos no se puede, me
ganás todas las apuestas.
Rudecindo
González, 56 años.
Carrodilla.
Godoy Cruz. Mendoza, 1951.
Trabajador
en diversas tareas de los viñedos, el cultivo predo-minante
de la región. Ha cursado los grados de la escuela primaria.
A
este cuento de quién ve primero el sol, el narrador agrega el de la
carrera del sapo y el avestruz.
Cuento
745 Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 048
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