Era un aspirante
espiritual que se debatía en profundas dudas, incer-tidumbre e insatisfacción.
Todo eran preguntas. Todavía no había respuestas. Se reunió con su maestro y
le preguntó.
-¡Oh, maestro!, -¿cómo
podré saber cuándo estoy realmente en la senda hacia la suprema libertad
interior? El maestro repuso:
-Querido mío, no te
atormentes. Cuando realmente estés en la senda hacia la suprema libertad interior
ya no te harás ese tipo de preguntas.
El Maestro dice: Camina, pero sin compulsión; indaga, pero
sin ansiedad; sigue la senda, pero sin urgencia de resultados. El camino ya es
la meta.
Fuente: Ramiro Calle
004. Anonimo (india),
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