Erase un joven rajá que
disponía de un nutrido harén de bellísimas mujeres. Por motivos de estado, se
desposó con una tierna jovencita, de sutiles palabras y amorosas actitudes. El
rajá, sin embargo, ni siquiera reparó en ella. Seguía prestando toda su atención
a las mujeres del harén y apenas disponía de tiempo para su propia esposa.
Durante meses, la joven princesa fue solicita, encantadora y delicada con su
marido, pero todo el interés y la energía del rajá estaban en el harén. Un
amanecer, la joven princesa huyó. Al enterarse de ello el rajá, pensó para sí:
«Mejor, así ya no me estará incordiando.» Pasaron unos días. El rajá empezó a
echar de menos a la esposa, sus ojos almendrados y abismales, sus finos dientes
aper-lados; esos labios perfectamente dibujados y llamativos... Cuantos más
días pasaban, más obsesionado estaba por el recuerdo de la princesa. Dejó de
visitar el harén y entró en un estado de profunda desazón y melancolía. Ordenó
buscar incansablemente a la princesa y ofreció una gran recompensa para quien
pudiera dar noticias de su paradero. Creía enloquecér, cuando unas semanas después
se enteró de que su esposa estaba en el campo, en casa de sus suegros. Veloz
como el rayo, acudió a visitarla y se postró a sus pies, pidiéndole perdón:
-¡Oh, amada mía, mi muy
amada! Te necesito más que a mi propio corazón.
La princesa lo perdonó.
Vivieron días felices y noches de pasión intensa. Pero poco después el rajá
empezó a echar de menos a las mujeres del harén. ¡Qué nostalgia insuperable,
cuántos recuerdos! Comenzó a entristecerse. Era como un alma en pena. Los
rostros de sus concubinas venían incesantemente a su mente. ¡Cuán desgraciado
se sentía! Un amanecer, abandonó a su esposa. Dejó una carta renunciando a sus
funciones de estado. Se hizo ermitaño y decidió buscar la estabilidad de la
mente.
El Maestro dice: La mente fluctúa como la llama de una vela
expuesta al viento. Siempre está donde su propietario no está; cuando no tiene
problemas reales origina problemas imaginarios. Es como un mono ebrio y loco.
Fuente: Ramiro Calle
004. Anonimo (india),
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