Swami Chaitanyanand me
contó esta historia. Cuatro hombres se reunieron para peregrinar por la India y tomar contacto con
la sabiduría de este país. Eran un persa, un turco, un griego y un árabe. Se
encontraban un amanecer junto a un río sagrado, pasó por allí un devoto y
pensó: «Estos hombres no tienen muy buen aspecto. Voy a darles una limosna».
-Amigos, aceptarme estas
cinco rupias y tomaos algo como desayuno.
-Gracias, buen hombre
-respondieron los peregrinos.
Cuando el hombre hubo
partido, el persa dijo: «Con este dinero compraré angur y todos lo comeremos»,
pero el turco replicó: «Ni hablar, compraremos uzum», en tanto que el griego
protestó: «Nada de eso, compraremos stafyllia», y el árabe aseveró: «Vamos a
com-prar inab», y entonces todos comenzaron a regañar y llegaron a las manos.
Pasó por allí en tales momentos un yogui y trató de calmarlos y reconciliarlos.
-¿Qué os ocurre? -les
preguntó, y los peregrinos se lo explicaron.
Entonces el yogui les
rogó que le dieran las cinco rupias y con ellas adquiriría lo que todos
deseaban. Partió hacia el mercado y regresó poco después con una buena cantidad
de uvas. Al verlas, el persa exclamó: «¡Mi angur!», y el turco: «¡Mi uzum!», y
el griego: «Mi stafyllia!», y el árabe: «¡Mi inab!».
El Maestro dice: La última realidad es una y difieren las
vías hacia ella. Por culpa de palabras, conceptos, opiniones y estrechos puntos
de vista las religiones combaten contra las religiones y los hombres contra
los hombres. La palabra no es la cosa.
Fuente: Ramiro Calle
004. Anonimo (india),
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