¿Has
estado alguna vez en una casa encantada? ¿No? Pues sígueme, que te
voy a acompañar a hacer una visita...
Atraviesa
con cuidado las verjas oxidadas y procura hacer menos ruido que un
ratón, para no molestar a sus moradores. Abre muy despacio la puerta
principal, de lo contrario crujirá y chirriará y todo el mundo se
enterará de que estamos aquí. El vestíbulo está lleno de
fantasmas que flotan en el aire. Algunos atraviesan las puertas
aunque estén cerradas. Hay monstruos horribles acechando en las
escaleras mientras diablillos y espíritus hacen peleas de almohadas.
¡Mira, te han cubierto de plumas!
Empuja
la puerta de la cocina y encontrarás a un mago haciendo pasteles de
babosa y araña. ¡No creo que nos quedemos a probarlos cuando salgan
del horno! Arriba, los esqueletos se visten y los vampiros
se
lavan los dientes. Una armadura se está dando un baño, ¡esperemos
que no se oxide!
Así
discurre un día cualquiera en la casa encantada.
¿Te
gustaría venirte a vivir?
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anonimo cuento - 061
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