Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

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martes, 6 de enero de 2015

Cuentos de tigre

Luis y Lisa León estaban aprendiendo a abalanzarse. Su papá les había dicho que tenían que practicar mucho, así que ahora andaban rondando por la selva en busca de presas a las que saltar encima.
-Veo algo naranja y azul que se mueve -susurró Lisa. Allá voy...
Mientras Lisa saltaba encima de una mariposa, Luis descubrió algo verde que daba saltos. Se arrastró hasta allí y... ¡SE ABALANZÓ!
Los dos cachorros iban saltando por la selva cuando Luis vio de repente una ráfaga naranja y negra entre los arbustos.
-Una serpiente a rayas -susurró. No puedo dejarla escapar.
Y en el momento preciso... ¡SE ABALANZO!
-¡Aaayyy! -gritó una voz. ¿Quién me ha cogido de la cola?
La voz era de un cachorro a rayas del mismo tamaño que Lisa y Luis.
-¿Quién eres tú? -le preguntaron.
-Soy Tito Tigre -respondió el cachorro. Acabo de mudarme. Antes vivía en El Otro Lado de la Selva.
-Nosotros somos Luis y Lisa León -dijo Lisa. ¿Qué te parece si te enseñamos nuestro lado de la selva?
-Éste es nuestro río -dijo Luis, orgulloso.
-Es bonito -dijo Tito- pero pequeño. Nuestro río en El Otro Lado de la selva era tan ancho como cincuenta troncos de palmera puestos en fila uno tras otro. ¡Y yo puedo cruzarlo nadando y volver sin parar ni una sola vez!
-Nosotros aún no sabemos nadar -dijo Lisa. ¿Nos enseñas?
-Mejor en otro momento -respondió Tito. Me estoy curando un catarro y mamá me ha dicho que me esté una temporada sin nadar.
Un poco más adelante, Luis y Lisa vieron al hipopótamo Gerardo.
-¡Ven a conocer a nuestro nuevo amigo Tito Tigre! -lo llamaron. Gerardo sonrió abriendo muchísimo la boca.
-Encantado de conocerte -dijo.
-Lo mismo digo -respondió Tito, sin acercarse.
Cuando siguieron su camino, Tito dijo:
-En El Otro Ludo (le lo Selva hay un hipopótamo con una boca como una cueva. ¡Le caben tres tigres dentro!
Al cabo de un rato, algo se descolgó de una rama delante de ellos. Tito dio un salto, pero Luis y Lisa sonrieron.
-¡Hola, Sara Serpiente! Te presentamos a nuestro nuevo amigo Tito Tigre.
-Sssaludosss -siseó Sara.
-Me alegro de conocerte -dijo Tito, algo inseguro.
-Bueno, ya nosss veremosss -respondió Sara, y se fue siseando.
-En El Otro Lado de la Selva había serpientes que eran tan gruesas como tres troncos de círbol. Una vez, una se me tragó -dijo Tito.
-¡Oh, no! -gritaron Luis y Lisa.
-Sí -respondió Tito. Pero mi papá golpeó a la serpiente en la cabeza y la obligó a escupirme. Mi papá es muy fuerte, es más grande que un elefante y puede llevar seis gorilas a la espalda. Y mi mamá se pone de pie sobre las patas de delante y con las de detrás hace malabarismos con cocos y...
-Y... ¿qué? -preguntaron dos tigres de tamaño normal que apare-cieron sonrientes ante ellos.
-Y... aquí están -dijo Tito tímidamente. Mamá, papá, os presento a mis amigos, Luis y Lisa.
-Encantados de conoceros -dijeron los señores Tigre.
-Como podéis ver -añadió la señora Tigre, somos tigres normales y corrientes.
-¿Y todas esas cosas asombrosas que nos ha contado Tito? -preguntó Luis. ¿Cómo es El Otro Lado de la Selva?
-Exactamente igual que éste -dijo el señor Tigre.
-¿El río, pues, no es tan ancho como cincuenta troncos de palmera? -preguntó Lisa.
-¿Tampoco hay un hipopótamo con una boca como una cueva, ni una serpiente que se tragó a Tito? -preguntó Luis.
-En absoluto -dijo la señora Tigre, riéndose.
-¡Son unos cuentos muy buenos! -trató de justificarse Tito, incómodo.
-Sí - dijo la señora Tigre, pero no son más que cuentos. Como allá donde vivíamos antes no tenía a nadie con quién jugar -añadió, dirigiéndose a Luis y Lisa, se pasaba el día inventándose aventuras.
-Pero ahora que tiene amigos como vosotros -añadió el señor Tigre, a lo mejor vive aventuras de verdad.
-Y vas a conocer a más amigos, Tito -dijo Lisa. Por ejemplo, Miguel y Marco Mono, y Chico Chimpa.
-En El Otro Lado de la Selva también había monos y chimpancés -dijo Tito.
-¿De verdad? -preguntó
Lisa mirando a su hermano
-Sí -dijo Tito. Pero no jugábamos juntos. Tengo muchas ganas de conocer a Miguel, Marco y Chico.
Así que se fueron todos juntos a por todas las aventuras y emociones que Este Lado de la Selva les pudiera ofrecer.


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