-¿Será que puedes venir un
momento? -dijo ella
-Si claro ya voy dijo Andrés,
y colgando el teléfono se dirigió a su casa.
Mientras Andrés se dirigía a
casa de Ángela, "ÉL" empezaba a sentirse mal, empezaba a sentir algo
que lo preocupaba, y no era para menos, cuando Andrés llegó y toco la puerta,
la cara de Ángela no era la misma de siempre, lo invito a pasar y se sentó
frente a el, la conversación que fue surgiendo entre ellos poco a poco llevaba
hacia ese terrible destino, Ángela decía que la relación ya no era la misma y
Andrés así lo sentía, pero "EL" sentía que eso no era lo peor, y así
fue, pronto Ángela le dijo que quería terminar la relación, Andrés dijo que si,
que el había pensado lo mismo y en ese momento "EL" murió.
"ÉL" era un amor,
un amor como cualquier otro, que cuando murió, al igual que todos los amores,
fue al cielo, al cielo de los amores y al llegar allá, fue recibido por el amor
de la portería que le pregunto ciertos datos, un poco extrañado le dijo que el
no tenia nada que estar haciendo por esos lados, pero que sin embargo, siguiera
y diera unas vueltecitas mientras el averiguaba que había pasado; Y así fue, el
amor entro y empezó a caminar por el cielo, pero pronto, pronto se dio cuenta
que todos los amores tenían un grupo definido y tenían su grupo de amigos
iguales, él empezó a pensar que tipo de amor sería.
Al principio creyó que iba a
ser sencillo, pero poco a poco empezó a ver grupos cada vez más distintos en
los que el no se sentía bien, así que acercándose al primer grupo, un grupo de
niños que jugaban alegres, les pregunto: "saben ustedes de casualidad, que
tipo de amor soy yo?", Uno de ellos, con esa sonrisa de niño precoz se le
acerco y le dijo con una voz muy tierna, "no, pero solo podemos decirte
que nosotros somos los amores infantiles", él empezó a recordar que en un
principio él fue un amor infantil, pero poco a poco creció y le pareció ilógico
que ahora que estaba muerto tendría que ser considerado de nuevo un amor
infantil, así que con una sonrisa se despidió del niño.
Siguió caminando el amor por
el cielo cuando encontró un bus que venia recorriendo el cielo, como ya estaba
cansado se subió en él y al ver a cantidades de amores viajando en él, les
dijo: "¿perdón, de casualidad no saben ustedes que tipo de amor soy
yo?" Uno de los amores que iba en el bus lo miro y le dijo: "no, solo
te puedo decir que nosotros somos los amores pasajeros, aquellos que pasamos
sin dejar huella".
Triste porque no podía
encontrar su identidad el amor, siguió caminando, se encontró con un grupo de
amores, de apariencia griega, con unas grandes batas y pensativos, el temeroso
de interrumpirlos se acerco y de nuevo les pregunto que si sabían ellos que
clase de amor era él, pero uno de ellos se volteo lo miro y le dijo:
"nosotros solo sabemos que somos los amores platónicos".
Siguiendo con su camino, se
encontró con una serie de amores que miraban la pantalla de un computador muy
pequeño, este decía algo así como: "y esta es tu misión, si decides aceptarla,
este mensaje se destruirá en 5 4 3 2 1", al amor no le fue difícil
comprender que estos eran los amores imposibles y que él, no había sido un amor
imposible.
Caminando ya sin querer
preguntarle a nadie, se encontró con un anciano que estaba sentado solo bajo un
árbol, "perdido?", le dijo él, y el amor se dio vuelta para decirle,
si, lo que pasa es que no sé quien soy, me encuentro dando una vuelta porque
resulta que estoy aquí por error, quien sabe que habrá pasado, y mientras tanto
trato de buscar mi identidad, pero no la encuentro y eso me preocupa, el
anciano dejo escapar una breve sonrisa, y le dijo:
¿De casualidad no te has
sentido identificado con todos y a la vez sin ser parte de ninguno?
Si, eso es exactamente lo que
me pasa, dijo el amor, ya un poco más feliz, porque parecía ser que el anciano
lo entendía.
Mm, ya veo, sabes, hace mucho
no encontraba alguien como tu, o alguien como yo, es que es algo muy raro, tu
estas todavía muy joven y tal vez por eso te confundes, yo ya llevo muchos años
y aunque la pareja que me dio vida, ya se encuentra muerta, yo todavía vuelvo a
la tierra cada vez que alguien me recuerda, estoy aquí de vacaciones, porque
realmente no estoy muerto.
¿Cómo así? ¿Perdón, pero
realmente no entiendo, dijo el amor, usted dice que yo soy como usted? ¿Que me
quiere decir?
En ese momento, una voz con
mucha autoridad le dijo al amor que lo necesitaba ya en la entrada del cielo,
este intento quedarse haciéndole preguntas al anciano, pero en ese momento una
fuerza divina lo transporto hacia la entrada, ahí estaba el guardián del cielo
de los amores, diciéndole que si, que efectivamente el no estaba muerto, que
había quedado en un estado de shock por el golpe tan duro.
En ese momento Andrés llamo a
Ángela y le dijo que no podía vivir sin ella, que ese tiempo solo le había
servido solo para saber y confirmar cuanto la amaba, Ángela le dijo que sentía
lo mismo y "ÉL" se empezó a sentir vivo de nuevo, bajo del cielo a la
tierra, volvió a vivir y volvió a sentirse feliz.
El anciano del cielo no se
quedo triste, sabía que lo volvería a ver, estaba un poco extrañado de que un
amor de su clase fuera tan joven, el pensó que ya no existían, pero bueno,
estaba equivocado, pues lo había visto.
Lo que el joven amor no sabe
y tal vez no sepa en muchos, pero muchos años es que él pertenece a esa raza
única, no es parte de ningún amor, pero a la vez es parte de todos, un amor que
nunca muere, un amor que sufre y llora pero siempre sale adelante, lo que el
anciano no le alcanzo a decir es
que el , era el amor verdadero.
999. Anonimo,
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