Silvia
encontró un oso de peluche en el parque. Si no fuera porque tu
pelota se le cayó entre los arbustos y se tuvo que poner a gatas
para sacarla, no lo habría visto. Era pequeño y de color marrón
claro. Llevaba un peto azul y una camiseta de rayas rojas y blancas.
-Mira,
mamá -dijo Silvia. ¿Qué vamos a hacer con él?
-Lo
mejor será que lo llevemos a casa -dijo mamá. Y pondremos un cartel
diciendo que lo hemos encontrado.
Entre
Silvia y su mamá hicieron un cartel con las palabras «Oso
encontrado. Por favor, llame a este número» y su número de
teléfono. Después, Silvia limpió el oso y lo sentó junto al
suyo.
-Cuida
de él. Debe de estar muy asustado -dijo a su oso de peluche.
Silvia
y su mamá llevaron el cartel al parque y lo colocaron en un árbol
cerca de la zona de juegos. Después regresaron a casa a esperar. El
teléfono sonó a tu hora de la merienda.
-Sí,
puedes venir a recogerlo -dijo mamá. Luego explicó a Silvia: La
niña que perdió el oso va a venir a buscarlo.
El
timbre de la puerta sonó y apareció una niña pequeña con su
madre.
-Gracias
por haber cuidado de mi oso -dijo sonriente. Cogió su oso y lo
abrazó.
-Se
ha hecho amigo del mío -respondió Silvia. Y añadió: A lo mejor
nosotras también nos hacemos amigas.
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anonimo cuento - 061
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