Quiero
ir a nadar con los patitos -dijo el gatito a Mamá Gata cuando
pasaban por delante de la charca.
-No
puedes -respondió Mamá Gata. Tu piel no es impermeable.
-Me
quiero revolcar en el barro con los lechones -dijo el gatito cuando
pasaron junto a la pocilga.
-No
puedes -respondió Mamá Gata. Se te enredaría el pelo y se te
mancharía de barro.
-Quiero
volar con los pajaritos -dijo el gatito a Mamá Gata, tratando de
trepar al árbol donde éstos aprendían a volar.
-No
puedes -le dijo Mamá Gata. Tú tienes pelo y patitas, no plumas ni
alas. Los gatos no están hechos para volar.
-¡No
es JUSTO! -gritó el gatito. ¡Los gatitos no pueden divertirse!
Más
tarde, el gatito se enroscó sobre una alfombra, junto a la chimenea,
para beber un plato de leche.
-¡Quiero
dormir junto al fuego! -dijo el patito.
-¡Quiero
echarme en una alfombra! -dijo el lechón.
-¡Quiero
beber leche! -dijo el pajarito.
-¡No
es justo! -gritaron el patito, el lechón y el pajarito cuando Mamá
Gata los hizo marcharse de allí.
-¡Sí,
sí que lo es! -maulló el gatito, sonriente.
0.999.1
anonimo cuento - 061
No hay comentarios:
Publicar un comentario