Los
chinos y los griegos disputaron frente al sultán para ver quiénes
eran los mejores pintores, y para decidirlo el sultán encargó a
cada grupo que pintara una casa. Los chinos consiguieron todo tipo de
pinturas y colorearon su casa de la forma más elaborada. Los
griegos, a su vez, no usaron ningún color sino que se dedicaron
solamente a limpiar las paredes de su casa de toda suciedad,
puliéndolas hasta que quedaron tan claras y brillantes como la
superficie de un espejo.
Cuando
las dos casas estuvieron listas para la inspección del sultán, éste
admiró mucho la casa pintada por los chinos, pero la casa de los
griegos obtuvo el premio, ya que todos los colores de la otra casa
estaban reflejados en sus paredes con una variedad interminable de
sombras y matices.
0.187.1
anonimo (asia) - 065
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