Había una vez -esta es una historia verídica-
un estudiante que solía ir todos los días a sentarse a los pies de un maestro
sufí para tomar notas de lo que él decía. Por estar tan abstraído en sus
estudios, no podía ejercer ninguna ocupación lucrativa que le aportara
ganancias. Una noche, al llegar a su casa, su esposa le puso delante una fuente
cubierta con una servilleta.
Tomó la servilleta y se la puso alrededor del
cuello; entonces vio que la fuente estaba llena de plumas y papel.
-Puesto que esto es lo que haces todo el día
-le dijo, trata de comértelo.
A la mañana siguiente, el estudiante fue como
de costumbre a aprender de su maestro. Aunque las palabras de su mujer le
habían entristecido, continuó el patrón de estudios acostumbrado y no salió a
buscar un trabajo.
Después de unos minutos de escribir, notó que
su pluma no funcionaba correctamente.
-No te apures -le dijo el maestro. Ve al
rincón, trae la caja que encontrarás allí y úsala.
Cuando se sentó y abrió la tapa de la caja vio
que estaba llena de comida.
0.187.1 anonimo (asia) - 065
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