Una
vez un cazador pasaba por una cantera cuando vio una serpiente
atrapada por una enorme piedra.
Al
verlo, la serpiente le pidió:
-Por
favor, ayúdame, levanta la piedra. El cazador respondió:
-No
puedo ayudarte, pues seguramente me devorarás.
El
reptil volvió a pedir ayuda, prometiendo que no comería al hombre.
Entonces,
el hombre liberó a la serpiente y ésta, inmediatamente, hizo un
movimiento hacia él como para atacarlo.
-¿No
prometiste que no ibas a comerme si te dejaba ir? -preguntó el
hombre.
La
serpiente respondió:
-El
hambre es el hambre -respondió la serpiente.
-Pero
-dijo el cazador, si haces algo incorrecto, ¿qué tiene que ver el
hambre con ello?
El
hombre entonces sugirió que expusieran el asunto ante la opinión de
otros.
Se
internaron en un bosque donde encontraron un perro. Le preguntaron si
le parecía que la serpiente debía comer al hombre, y respondió:
-Una
vez pertenecí a un hombre. Cazaba liebres y siempre me daba la mejor
carne para comer. Pero ahora que soy viejo, y que no puedo atrapar ni
una tortuga, él quiere matarme. Así como yo he obtenido mal a
cambio de bien, eso es lo que la serpiente debe darte a ti. Declaro
que te coma.
-Ya
has oído su juicio -dijo
la víbora al hombre.
Pero
decidieron que oirían tres opiniones y no una, así que continuaron
su camino. Al poco rato, encontraron un caballo y le pidieron que
juzgara el caso.
-Pienso
que la serpiente debe comer al hombre -dijo el caballo.
Y
continuó:
-Una
vez tuve un amo. Él me alimentó mientras yo podía trabajar. Ahora
que estoy débil y ya no puedo cumplir con mis tareas, desea matarme.
La
serpiente dijo al hombre:
-Tenemos
ahora la unanimidad de dos juicios.
Un
poco más adelante, se cruzaron con un zorro. El cazador dijo:
-Querido
amigo, ¡necesito tu ayuda! Pasaba por una cantera cuando vi a esta
enorme serpiente atrapada bajo una roca al borde de la muerte. Me
pidió que la liberara; yo lo hice y, sin embargo, ahora quiere
comerme.
El
zorro respondió:
-Si
tengo que dar mi opinión, volvamos al lugar de los hechos para ver
la situación de manera más real.
Volvieron
a la cantera, y el zorro pidió que la roca fuera colocada encima de
la serpiente, para reconstruir los hechos. Así se hizo. Entonces, el
zorro preguntó:
-¿Era
así como estabas?
-Sí
-dijo la serpiente.
-Muy
bien -dijo el zorro. Así permanecerás el resto de tu vida.
0.187.1
anonimo (asia) - 065
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