La madre
de un hombre que vivía al este de la ciudad murió y él lloró su muerte, pero su
llanto no sonaba suficientemente triste.
Al ver
esto, el hijo de una mujer que vivía al oeste de la ciudad dijo a su madre:
-¿Por qué
no te mueres pronto? Prometo llorarte con gran desconsuelo.
Será
difícil que un hombre que desea la muerte de su madre pueda llorarla
amargamente.
005. Anonimo (china),
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