Un tonto
con cierta fortuna y escasa estatura se había hecho construir una residencia de
dos pisos. Vivía generalmente en la planta baja y usaba a menudo un taburete
para coger cosas de los armarios y alacenas. Como era un taburete muy bajo, se
veía obligado a colocarlo sobre una torre de ladrillos cuando tenía que coger
algo que le quedaba demasiado alto. Estaba harto de tener que recurrir una y
otra vez a este sistema y entonces se le ocurrió una «brillante» solución.
Avisó a uno de sus criados y le ordenó que le llevara el taburete al piso de
arriba. ¡Cuál fue su desagradable sorpresa cuando se sentó en el taburete y vio
que era igual de bajo! Indignado, vociferó:
-¡Maldita
sea! El constructor me aseguró que el piso de arriba era más alto y estoy igual
de bajo!
005. Anonimo (china),
No hay comentarios:
Publicar un comentario