Un hombre
perdió su hacha y sospechó del hijo de su vecino. Observó la manera de caminar
del muchacho: exactamente como un ladrón. Observó la expresión del joven: como
la de un ladrón. Observó también su forma de hablar: igual a la de un ladrón.
En fin, todos sus gestos y acciones lo denunciaban culpable del hurto.
Pero más
tarde encontró su hacha en un valle. Y después, cuando volvió a ver al hijo de
su vecino, todos los gestos y acciones del muchacho parecían muy diferentes de
los de un ladrón.
005. Anonimo (china),
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