El
tigre era acostumbrado a ir a tomar agua en un pozo en lo más tupido
del monte. Y cuando estaba tomando agua, el sapo, que estaba debajo,
y no lo vio el tigre, le dijo:
Para
ese día el tigre había reunido a toda su gente. Eran cuchis del
monte, leones, osos hormigueros, zorros.
Y
el sapo había reunido toda clase de avispas: carán coloráu, carán
negro, lachiguanas, balas, guancoiro.
Entonce,
el tigre fue al campamento adonde iba a ser la batalla. Antes de
acercarse mucho mandó al sobrino, a don Juan, a preguntarle al sapo
si ya 'staba listo para la batalla. Entonce el sapo le hizo
contestar:
Y
áhi, cuando salió con su ejército, el tigre, al sobrino que hacía
como de secretario, centinela, asistente, lo mandaba de trecho en
trecho y preguntaba y gritaba:
Y
las avispas del sapo se vinieron y se juntaron con la gente del
tigre, y los enloquecían. Y locos se revolcaban. Y el zorro no sabía
qué hacer. Y el tigre bramaba, y siempre le gritaba:
Andrólico
Gil Rojas, 60 años. Santiago del Estero, 1953.
El
narrador es Director de escuela, jubilado. Ha publicado un volumen de
cuentos recogidos de la tradición oral.
Cuento
514. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
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