Es
que lo desafió el sapo al avestruz a correr una carrera. El avestruz
dijo que bueno, y convinieron en cómo iba a ser la carrera. El
avestruz dijo que quería darle ventaja al sapo, que era muy lerdo, y
que no le podía ganar nunca. Y el sapo le dijo que no importaba, que
él le corría no más. Bueno... El avestruz le dijo que lo dejaba
que pusiera un sapo de rayero.
Bueno.
El sapo se jue a medir la cancha y se encontró con dos sapos, que
andaban por áhi. Entonce le hizo el trato para que lo ayudaran. A
uno lo dejó escondido en la mitada de la cancha y al otro en la
raya. Estos dos quedaron con órdenes deque cuando él largara, y se
desapareciera entre los yuyos, iba a salir el de la mitada de la
cancha, y que cuando hiciera un trecho el de la mitada de la cancha y
se desapareciera, iba a salir el otro, y iba a saltar la raya.
Cuando
largaron, el avestruz en el primer salto no más lo tiró lejo al
sapo. Al ver que había quedau atrás, se para y mira, y no ve a
naide. Empezó a mirar la cancha y ve que en la mitad de la cancha va
saltando el sapo. Ahí no más le pegó carrera, y lo alcanzó y lo
pasó. Y se paró a buscarlo. El sapo se escondió entre los yuyos.
Entonce el avestruz empezó a mirar y dice:
Y
sigue mirando, cuando ve que el sapo va atravesando la raya. Y le
pegó carrera otra vez, pero ¡cuándo lo iba a alcanzar! Cuando
llegó ya le había ganado. Y ya el juez de raya le dio la sentencia
que había ganado el sapo. El avestruz no se podía esplicar cómo le
había ganado, pero, claro, no podía alegar ninguna razón, porque
áhi 'taba el sapo. Y le ganó, no más, la carrera.
Marcelino
Martínez, 66 años. San Martín. Ayacucho. San Luis, 1931.
Peón
de campo. Buen narrador.
Cuento
487. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
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