Había
una vez un tigre malo y egoísta que quería comer a un pobre zorro
que se buscaba la vida de todas maneras, hasta que un día se
encontraron cerca de una laguna. Y conociendo el zorro las
intenciones del tigre, le dijo que a pesar de ser él, el más fuerte
de todos los animales, y él un pobre zorro, lo invitaba a hacer una
batalla. El tigre convencido de que le iba a ganar muy lejos,
moviendo la cola y dando un gran rugido, le dijo que hicieran la
batalla. Quedaron de encontrarse en ese mismo lugar.
El
tigre llamó a toda su gente, que tenían garras como él, leones,
tigres, pumas, panteras, gatos, preparando así un gran ejército.
El
zorro preparó un ejército de gente con flecha como abejas,
guanqueros, avispas, sanjorges, caranes.
Llegaron
a la laguna el día indicado. El tigre venía con su gente atronando
el campo. El zorro venía en sentido contrario y su gente se vía
como humo en el suelo. A una orden del jefe volaron los bichos del
zorro y se les pegaron en los ojos, en el hocico, en la cola de los
animales de garra. Los animales de garra desesperados pegaban unos
brincos tremendos y se revolcaban en el suelo, rugiendo y bramando, y
echaron a correr dejando el campo libre.
El
zorro, de adentro de la laguna, le gritaba al tigre:
Juan
Vargas, 16 años. San José. Fray Mamerto Esquiú. Cata-marca, 1951.
El
narrador, nativo del lugar, ha cursado los grados de la escuela
primaria.
Cuento
516.
Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
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