Dice
que el zorro andaba buscando qué comer. Y como es tan astuto y
haragán, vio un toro y vio que le colgaba la bolsa y se le movía. Y
creyó que era comida. Y vio que la bolsa iba suelta y se movía, y
parecía que se le iba a caer, esa bolsa al toro. Y comenzó a
seguirlo para ver si la pierde a la bolsa. Y a cada momento le
parecía que ya se le caía, al toro. Y el toro al verlo al zorro
empezó a caminar, y él lo siguió. Y el toro entró en un pastizal
alto. Y el zorro dijo:
Y
cuando salió el toro del pastizal, el zorro vio que seguía con la
bolsa colgada. Había una zanja. Y entonce dijo el zorro:
Y
después el toro cruzó un arroyo. Y entonce se puso contento el
zorro porque pensó que ahí perdía la bolsa. Pero no fue así. Y
pasó el zorro el arroyo, lo siguió al toro. Y tanto tiempo anduvo
el zorro detrás del toro que se puso muy flaco y al fin se murió
esperando que voltiara la bolsa. Y cuando se estaba muriendo dice:
Lausa
Lidia Otero de Barlengo, 42 años. Estancia La Virgen del Desierto.
Lucas Villaguay, 1970.
Hacendada.
Ha pasado su vida en el campo. Buena narradora.
Cuento
359. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
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