El
zorro con el carnero también se pusieron en una fiesta, que querían
comer chañar. Entonces tenían ellos que pegarle un golpe al chañar
pa que caera la fruta.
El
carnero empezó primero. Se retiró lejos, lejos, fue corriendo y le
pegó un cornazo al monte y voltió muchísimo. Y lo comieron a todo.
-Bueno,
amigo, ahora le toca a usté -le dice al zorro. Sí, ¡cómo no!,
amigo -dice- y quizá yo voy a voltiar más que vos -le dice.
Y
que se retiró más lejos, para venir de más lejos, para pegale más
fuerte al monte. Se vino con toda la furia y le pegó con la cabeza
al monte. Saltaron los sesos quén sabe a dónde. Áhi no más quedó
muerto.
Dídimo
Arias, 60 años. Cumbres de los Comechingones. Puesto La Rubia.
Chacabuco. San Luis, 1968.
Campesino
originario del lugar. Buen narrador.
Cuento
424. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
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