Resulta
que el zorro 'taba tranquilamente abajo de un árbol. Y vino en el
árbol un cuervo y trajo un pedazo de queso. 'Taba bien al frente del
zorro. Y el zorro como pícaro pensó de quitarle el queso, y no
sabía cómo, para comele él. Y entonce le principia a afilale al
cuervo. Y el cuervo le atendía. Y le dice el zorro:
-Yo
suelo oír que siempre vo cantá bien. Todo dice que cantá bien. Y
ahora que me cayó la oportunidá, yo te pido que me canté un verso.
¡Cantó, chamigo!
Silverio
Meza, 42 años. Empedrado. Corrientes, 1959.
Campesino
bilingüe guaraní-español.
Cuento
471. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
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