Que
el zorro y el gato se habían hecho amigos. Que un día el zorro
llegó a visitarlo al gato en su casa. Que andaba con hambre el
zorro. Que el gato li ha convidau un pedazo 'e queso, a Juan. Juan se
saboriaba con el queso tan rico y le preguntaba de qué lugar lo
había conseguío. El gato le dijo que conocía una casa ande 'taban
quesiando, que tenían los zarzos llenos de queso. Que él llegaba a
eso de la madrugada, cuando 'taban durmiendo los perros y que saltaba
a los zarzos y comía hasta llenarse y algo traía, también. Que él
tenía esa sola hazaña, de saltar, y que así se buscaba la vida y
disparaba de los perros. Entonce le pidió el zorro que lo llevara,
que entre los dos podían trair una buena carga.
-No,
amigo, yo no mi animo a llevarlo. Son muy malos los perros de la
casa. A usté lo van a sentir y lo van a olfatiar en seguida y no se
va a poder defender.
-Mire,
amigo, si usté se defiende con una sola hazaña, yo tengo ciento y
una hazaña, y a mí no mi agarran los perros por güenos que sean.
Bueno,
se jueron. Llegaron a la casa y jueron al galpón ande 'taban los
zarzos con queso. El gato de un salto se subió a un zarzo y se puso
a comer. El pobre zorro no sabía cómo hacer, y al fin le dice al
gato:
El
gato le tiraba de vez en cuando unos pedacitos. Bueno, el zorro
andaba los trotes di un lau pal otro, y claro, oyeron los perros y
avanzaron.
Isaac
Elías Martínez, 79 años. Salinas Grandes. Atreucó. La Pampa,
1955.
Es
un viejo criollo que fue tropero, pero en la actualidad es picador de
sal en la salina.
Cuento
454. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
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