El
zorro y el peludo se desafiaban a cuál sabía enlazar mejor. Entonce
el peludo enlazó un cojudo del cogote. Y como el peludo hace la
cueva de cuatro güeltas pa todos lados, se metió a la cueva y echó
a la cintura. Y el cojudo cayó de espaldas.
Después
le tocó al zorro. Enlazó otro cojudo, pero como la cueva del zorro
es bajita y derechita, el potro en el tirón lo sacó en el aire. Y
el cojudo salió con el zorro a la rastra, y gritaba:
Y
el zorro que 'staba bastante asustado abrochaba el lazo en la
cintura, confiaba en que iba a tener más juerza que el cojudo. Por
eso lo sacó a la rastra y lo mató.
Francisco
Arbe, 56 años. Esquel. Chubut, 1954.
Comenta
el narrador que este cuento era de los que se oían en todos las
fogones cuando él era arriero y cruzaba los largos caminos de la
Patagonia con tropas de ganado.
Cuento
291. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
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