El
zorro y el peludo eran compadres. Se encontraron una güelta. Tenían
hambre y tenían que carniar pa comer. Se jueron ande había unas
yeguas. Se pusieron di acuerdo pa carniar, una güelta uno, y otra
güelta otro. Cavaron cada uno su cueva, pa ganarse áhi, que no lo
vean las yeguas.
El
peludo si ató el lazo a media espalda, él. Y cuando pasó una yegua
la enlazó. Y se ganó en la cueva, el peludo. Como la cueva del
peludo es honda y tiene cuervas y todo, y el peludo tiene unas uñas
que si agarra con mucha juerza, cuando se mete no lo saca naides. La
yegua enlazada disparó. Como no lo pudo sacar al peludo, pegó el
tirón y se quebró el cogote, y cayó.
Ahora
comieron los dos, el peludo y el zorro. Tuvieron carne unos cuantos
días hasta que la terminaron. Cuando la terminaron, el peludo le
dijo al zorro:
El
zorro, entonce, hizo lo mismo que el peludo. Si ató el lazo a media
espalda y se ganó en la cueva. Cuando pasó una yegua la enlazó.
Como la cueva del zorro es corta y derecha, la yegua disparó, dio el
tirón y lo sacó al zorro. Lo sacó y se lo llevó. Disparó la
yegua con el zorro a la rastra. Quién sabe hasta dónde lo arrastró
y lo mató.
Antonino
Tieri, 72 años. Azul. Buenos Aires, 1969.
Nativo
de Azul. Ha trabajado toda su vida de resero y conoce todos los
trabajos del campo.
Cuento
279.
Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
Como vas a escribir así tarado de mierda
ResponderEliminar