Andaba
el zorro por un caminito y se encontró con el gato y lo invitó a
robar gallinas. Era una noche fría. 'Taba helando y entonce el zorro
le dice al gato que 'taba temblando de frío, que él le iba a dar
unos zapatitos abrigados. Entonce le puso caracoles en las cuatro
patas.
El
zorro hacía eso de pícaro, para que lo pillen al gato y él entonce
poder disparar, si salía el perro. El gato, claro, lo aventaja al
zorro, porque salta en los árboles y se defiende.
Llegaron
a un gallinero y en el momento de sacar un pollo oyó el perro de la
casa y atropelló a los ladrones. El gato saltó a un árbol, pero
como andaba con los pies calzados se refaló y se vino al suelo. El
perro lo mató, claro.
El
zorro aprovechó para disparar. Cerca encontró una cueva y se metió.
El perro lo siguió al rastro, encontró la cueva y como no era muy
honda lo sacó al zorro y lo mató. Así el zorro pagó su mala
aición de calzarlo al gato.
Ladislao
Ayala, 70 años. Itatí. Corrientes, 1951.
Variante
del cuento tradicional en el que el se deja engañar por el zorro.
Cuento
436. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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