Diz que un día el tigre estaba
carniando una lechera
y el zorro le ha estau ayudando. Diz que el tigre ha comido y nada le ha dado
al zorro. Y entós que el zorro le ha comenzau a pedir. Diz que le ha dicho.
Bueno, diz que cansado de pedir y
que no le dé nada el tío tigre, que le ha pedíu la chuspita,
y eso que le había dau.
El tigre después que ha comido
hasta llenarse, que se ha acostado a dormir y que le ha encargau al zorro que
cuide que no venga la autoridar
u el dueño de la vaca que había carniau. El zorro que se ha subíu a un árbol y
ha seguíu soplando la chuspa. Diz que las moscas se han amontonau, claro, lo
que han carniau, y que el zorro ha llenau la vejiga de moscas. Se ha bajau
despacito del árbol, se ha arrimau al tigre y le ha atau la vejiga a la cola. Y
a todo eso que el tigre estaba muy dormido, con un sueño muy pesado, claro,
porque había comido tanto.
Y que el tigre se ha despertau
asustado y que le ha preguntado al zorro que qué contaba. Y que el zorro, nada,
ha seguío contando:
Y que el tigre más asustau le ha
vuelto a preguntar al zorro que qué contaba. Y que el zorro ha vuelto a contar,
y diz que miraba a lo lejos y volvía a contar:
Y diz que el tigre le ha pedido por
favor que le avise qué ha estado contando, y entós que el zorro ha dicho:
En eso el tigre se ha enderezau, ha
movido la cola, ha óido el ruido de las moscas como si jueran muchos que
vinieran y ha salido juyendo.
Y diz que el zorro se ha quedau con
toda la presa y ha comíu todo lo que ha queríu, de lo mejor. Y ya cuando ha
estado muy lleno que se ha ido al monte, de miedo que vuelva el tigre.
Diz que que cuando el tigre ha ido
muy lejos, se le ha roto la vejiga en unas ramas, y que se ha dado cuenta de la
broma del zorro. Diz que que se ha vuelto y ha ido a buscarlo al zorro para
matarlo. Diz que lo ha buscado por todos lados y que el zorro andaba juyendo pa
que no lo mate el tigre.
Diz que había una laguna ande tenía
que bajar a tomar agua el zorro, y que áhi se ha escondíu el tigre.
Diz que el zorro ha bajau a tomar
agua y que ha sospechau que el tigre había de estar escondíu, y que ha dicho:
Diz que el tigre lo iba alcanzando
y que el zorro se ha metíu en una cueva. Diz que el tigre no lo ha podíu
agarrar y que ha dejau de vigilante un caranchi259.
Diz que el zorro lo ha hecho cantar y como el caranchi se hace pa atrás pa
cantar, que el zorro le ha echau tierra en los ojos y ha salíu juyendo. Cuando
el tigre ha vuelto, diz que ha encontrau al caranchi ciego con la tierra, y los
rastros no más de Juan que ha salido disparando, y se ha vuelto a salvar.
Felipe Lezcano, 73 años. Media
Flor. Capital. Santiago del Estero, 1951.
Campesino iletrado. Excelente
narrador.
Cuento 115. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 030
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