El monito 'taba friyendo pescado.
El tigre le quería comé al monito. Viene el tigre y el monito se subió por un
árbol con su ollita.
Y el tigre empieza a subí para atrá
y el monito le zampa la grasa caliente por el culo y el tigre, lo bramido,
salió a corré. Y se salvó el monito.
Pedro Gómez, 64 años. San Javier.
Misiones. 1961.
Hachero de la selva Rústico. Es
bilingüe guaraní-español.
Cuento 226. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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