Dice que el gallo y el zorro eran
compagres, y los polluelos eran ahijaus del zorro. Éste había ido a decir a la
casa del gallo:
Y los había llevado, pero no para
la escuela, los había llevado para su casa para comerselós, que es tan pícaro
el zorro. Después había ido a decir al gallo que los polluelos están enfermos,
que vaya a verlos la gallina, y a la gallina también se la comió. Después lo
fue a trair al gallo, diciendo que la familia estaba enferma, que vaya a
verlos. El gallo acompañó al zorro, pero cuando el zorro quiso agarrarlo al
gallo para comerseló, el gallo no se dejó, y le dijo al zorro:
-Yo soy chancista
compagre, no quiero hacerle nada. Sigamos no más, los polluelos deben haber
muerto, los habrán llevado al cementerio.
Pero cuando ya iban a llegar al
cementerio, otra vez el zorro quiso agarrarlo del cogote al gallo, pero el
gallo disparó volando a un árbol. El zorro corrió gritandolé:
Después vio el gallo que
venían unos perros por el camino y le dijo al zorro:
El zorro comenzó a disparar cuesta
abajo y como por ahí venían los perros, lo pillaron y lo mataron al zorro.
Leopolda Ramos, 45 años. Tafna.
Yavi. Jujuy, 1953.
Lugareña de cierta cultura de este
lugar lejano de la Puna.
Cuento 86. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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