El mono subió por una palmera
porque tenía miedo del tigre. Él le vio al tigre y por eso subió. Le iba a
comer a él. Y 'taba alto en la palmera.
Antonce
pidió el tigre a su santo que le eche un juerte viento. Y por la casualidá vino
el viento de juerte y lo echó al mono. Y entonce el tigre lo agarró y lo tragó
entero.
-¿Cómo ticó é? Si salgo por lo
oído, me va oír; si salgo por la narí me va oler; si salgo por la boca me va
morder; si salgo por la mano me va arañá, y si galgo por el culo me va a cagar.
Y hizo un aujerito, y áhi pegó un
salto el tigre, y salió. Y el tigre no se dio cuenta que salió el monito.
Silvano González, 52 años. General
Paz. Corrientes, 1959.
Buen narrador. Hombre del pueblo.
Bilingüe guaraní-español.
Cuento 224. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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