Siempre el tigre le quería comé al
mono.
Pero el mono era un bicho vivo. Siempre le 'taba haciendo maldá al tigre.
Le encontró el tigre al monito
pescando en una costa de un río. Tenía ya mucha mojarrita que ya había sacao.
El tigre le 'ice al mono que cómo ía a comé esa pesca. Y él le 'ice que tenía
que fritale. Pero como él estaba muy entusiasmado, que sacaba mucho, que no
podía abandoná. Que le ayude él, que le 'icía. Entonce que quedó el tigre en
lugar de él pescando, y él se vino a fritá los pescadito. Y se puso a fritá
arriba de un árbol porque le tenía miedo que lo ía a comé el tigre.
Cuando están listos los pescaditos
le llamó al tigre el mono. Y entonce el mono le 'ice que tiene que subí. Y
entonce viene el tigre y le 'ice:
Y entonces el mono le 'ice que
tiene que subí de culo. Y hizo así el tigre. Y empezó a subí el tigre, y cuando
ía cerca le largó el aceite caliente en el traste. ¡Qué pucha!, salió
disparando el tigre, que se olvidó de comele al monito.
Despué de un tiempo se encuentran.
El tigre le quería fundí al monito. Y el mono lo hablaba al tigre y le preguntó
de la novia. Y el tigre se olvidó de fundilo, y entonce le 'ijo que lo llevaba
a la casa de la novia. Y entonce le contestó al tigre:
-No, porque estoy muy enfermo. Si
tuviera un caballo había de acompañate. Yo suelo andar a caballo no más; acá
'tán mis calchas
mismas.
Y el mono siempre gimiendo de
dolor, le ensilló. Le tenía miedo y no le ajustaba la cincha. Y se jueron. Allá
por medio del camino se cayó el monito y gemía no más. Entonce el tigre le
preguntó qué le pasaba. Que él quería ajustale más la cincha, 'ijo el monito.
Entonce él le 'ijo que sí, pero que no la ajustara mucho. El monito le ajustó
algo y siguen otra vez. Entonce a la mitá del camino volvió a caé. Él quería
ensillarle con todo el preparo del caballo. Y le 'ijo que él quería ponele
freno. Despué el tigre le 'ijo que sí, que le pusiera, pero que no le vaye
a tirá mucho porque le va a lastimá la boca. Despué siguen otra vez. Ya cayó
otra vez el monito. Y el tigre le preguntó que qué le pasaba. Y él 'ice que
quería ponele rabicho.
Entonce le 'ice que sí, pero con cuidado, porque tengo quemado. Y despué el
monito ya empezó a ponese bota y espuela.
Cuando llegó cerca de la casa de la
novia, que le sacara todo, le 'ice el tigre. El mono le 'ice que le va a
desensillar. Con las espuela que le hacía gritá. Le hizo llegá a la casa de la
novia no má. Y ya buscó el poste para atá el tigre. Y llegan y ya se tiró del
tigre y le ató bien en el poste. Entonce llegó y se presentó y le 'ijo a la
novia que saliera a mirá cómo 'taba el novio. Y él salió a dispará. ¡Pobre del
mono si lo soltaba al tigre la novia!
El caso jue que el mono pudo más
que el tigre, que hasta le ensilló.
Y se hizo el muerto el tigre. Y
vinieron todos los animales. Y llegó el mono en el velorio del tigre. Y llegó
diciendo: -¡Pobre amigo, que se murió!
Dentró y le tocó, y el tigre como
muerto 'taba. Y el mono 'ijo: -Yo quero saber si el tigre 'tá muerto. Si 'tá
muerto se va largá una bomba bien juerte. Y si no 'tá, no se va a largá.
Entonce el tigre se largó una bomba bien juerte. Y entonce el mono 'ijo:
-Vo te 'tás haciendo el muerto para
comeme. Nunca me va a comé, te vas a quedá con las gana. Y, ¡hasta otra vista!
Y hasta ara
habrá de í disparando. Y así se salvó, que el mono es más artero, que le gana
lejo al tigre.
Silveira Pérez, 42 años. Paso de
los Libres. Corrientes, 1952.
Mujer del pueblo. Nativa del lugar.
Cuento 221. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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