El león le andaba buscando al
monito para matale por las picardías que le había hecho.
Se juntaron el león y el monito. El
monito le empezó a hacé cuentos para que se olvide el león y no le mate.
El león 'taba muy refriao y a cada
ratito se rascaba la nariz y se hacía así. Y el monito tenía muchas pulgas y se
rascaba a cada ratito, así, así.
Se rasca siempre por los costados el mono. Entonce jugaron do peso quién
aguantaba más sin rascarse. El león ya no podía más y le dice:
-¿Qué te parece si viene un cazador
y nos tira un balazo y refala por acá la bala? y se pasa la mano por la nariz.
-Yo agarro y saco mis dos revélvere
rápido, de acá -y se refriega y se refriega con las dos manos donde le picaba
más las pulgas.
Jorge Mendoza, 15 años. Formosa.
1951.
Es alumno del último grado de la
escuela primaria. Tiene vocación de narrador.
Cuento 227. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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