El hermoso nacimiento, de
grandes y expresivas figuras que se halla permanentemente expuesto en la
palmesana iglesia del Hospital, es también fruto del agradecimiento de un
marino que, al borde mismo del naufragio, perdido el rumbo en una noche tormen-tosa,
creyó entrever un ligero destello en las cerradas tinieblas que le rodeaban.
Como pudo, enderezó el
rumbo hacia el oscilante resplandor, haciendo voto de dejar allí, si conseguía
arribar de algún modo, el hermoso conjunto de figuras que transportaba en la
bodega de su nave. Poco a poco sujeta ya la embarcación, el destello fue
fijándose en la oscuridad y al poco tiempo, la segura bocana del puerto de
Palma, se ofrecía como tranquilizador refugio a los atribulados marineros.
La luz entrevista era el
farol que lucía cada noche en el portal del convento de San Francisco de
Paula, al pié de los muros del Palacio de la Almudaina. Allí ,
en cumplimiento de la promesa, se instaló el hermoso belén y allí siguió hasta
que, demolido el convento en el siglo XIX, pasó a la iglesia del Hospital donde
guarda el testimonio de su lejano origen, posiblemente desconocido por muchos
de los que tienen ocasión de contemplarlo.
Fuente: Gabriel Sabrafin
092. Anonimo (balear-mallorca)
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