Ukpik, la gran lechuza
del desierto ártico, estaba enamorada de Aqilgiep, la pequeña perdiz blanca.
Pero Aqilgiep ya tenía marido, al que quería mucho.
En un ataque de celos,
Ukpik mató a su rival y empezó a cortejar a Aqilgiep con la esperanza de ganar
su corazón. Pero la pequeña perdiz lloraba por la muerte de su marido; no
quería a su nuevo pretendiente y se puso a cantar una canción para
ridiculizarle:
¡Ukpik, márchate!
Con tu cabezota
y tus ojos demasiado grandes
y tus lastimosas patas.
¡Eres feo!
¿Quién te va a querer como marido?
¿Quién va a querer como marido
a un ser como tú?
Con tus grandes cejas fruncidas,
y esas pestañas tan largas,
grandísima lechuza culibaja,
sin pies ni cuello.
Ukpik, que se creía
guapo, se enfadó y quiso avergonzar a Aqilgiep, cantando así:
Comelechuzas ¡Bah!
¡Ahí te quedas!
Y diciendo esto, se
marchó.
Fuente: Maurice Metayer
036. Anónimo (esquimal)
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