Que
pasaba el zorro al lado de una piedra de caraquiar
o tutaniar,
y al verla tan reluciente de grasita, se ha parao a conversar. La
piedra de tutaniar es la que usan los paisanos pa golpiar los güesos
y sacarles el caracú,
y 'tá siempre engrasada.
Que
li ha dicho el zorro a la piedra:
-Compadre,
¿quiere que le dé una lambidita?
-Bueno,
compadre -contestó la piedra, pero con una condición.
-Ponga
lo que quera, compadre -contestó el zorro.
-Bueno,
allá va el trato -dijo la piedra. Después que lamba, tenimos que
correr una carrera.
-Bueno,
compadre -contestó el zorro.
El
zorro lambió un buen rato y la piedra quedó como lavada. Entonces
se prepararon para la carrera, que tenía que ser un cuesta abajo.
Han
largau la carrera. Al principio el zorro le llevaba ventaja a la
piedra, pero cuando la piedra ha tomau vuelo, lo llevaba mal al
zorro.
-Apure,
compadre, que ya lu alcanzo -le gritaba la piedra.
En
toda la furia de la disparada, la piedra ha tropezau con otro,
ha dau un salto grande, y ha caido sobre el pobre zorro. Áhi lu ha
dejau hecho una tortilla. Se ha parau la piedra y li ha dicho al
zorro:
-Vea,
compadre, lo que le pasa por goloso.
Santiago
Vargas, 38 años.
El
Cucho. Capital. Jujuy, 1957.
El
narrador es peón hachero en esta región de la selva subtropical.
Cuento
807 Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 048
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