Dice
que se bañaban en una represa dos chuñas. Y ha llegao el zorro y
les ha jugao a ver quién resiste más metiendo la cabeza en l'agua y
nadando. Y las chuñas han dicho que güeno.
-Vamos
-ha dicho el zorro y si ha metío en el agua. Hay que dentrar bien al
hondo.
-Vamos
-han dicho las chuñas y si han metío, si han dentrao di atrás del
zorro.
El
zorro si ha metido con la mala intención de salir y comerse las
chuñas. Las chuñas si han sacao unas plumas de las alas y las han
dejao flotando en l'agua y si han salido huyendo dejando al zorro que
se metía bien adentro. Al ratito el zorro ha sacao la cabeza pa
respirar. Ha visto las plumas de las chuñas y ha vuelto a meter la
cabeza. Cuando ha estao cerca las plumas, ha dao un salto el zorro
para agarrar las chuñas, y áhi si ha dao un golpe y ha visto que lu
han engañao. Salió a buscarlas. Cuando salió ya no parecían y se
jue a buscarlas siguiendo el rastro. Ya iba lejos y llegó a una casa
y preguntó si nu habían visto pasar a dos hombres emponchaos, con
ponchos barchilos y güenos cantores.
-Reciencito
han pasao por acá -le contestan.
-Güeno,
hasta mañana -dijo el zorro.
Ya
era tarde y por áhi no más si había quedao a dormir, el zorro. Y
tempranito se ha despertao y se jue a buscarlos a las chuñas.
Y
por áhi habían estao cantando las chuñas. Subían y bajaban
cantando de un quebracho cotulo. Y llegó el zorro y las oyó que
'taban déle canto, y les dice:
-¡Qué
lindo cantan! ¡Pórque no me enseñan!
-Vení,
sí te vamos a enseñar -y bajan del quebracho.
Entonce
las chuñas le habían dicho que tiene que revolotiar en redondo como
revolotean ellas.
El
zorro nu ha podío y las chuñas li han dicho que le van a enseñar.
Lu han agarrao y lu han revoliao despacio, y en la güelta, el zorro
ha hecho: ¡guaaac! ¡guaaac!...
Entonce
ha dicho:
-Si
parece que vua poder cantar. Maver, otrita güelta y yo vua cantar
más juerte.
Y
áhi no más le dieron una revoliada más juerte y li han pegao en el
tronco 'el quebracho. Y ha quedao pegao en el tronco del quebracho,
muerto, el zorro pícaro que las que querío joder a las chuñas. Y
dice que el zorro gritaba: ¡Ay!... ¡Ay!... ¡Ay!... Y di áhi se
jueron a pasiar tranquilas, las chuñas.
Carmen
Ledesma, 70 años.
Huayco
Hondo. Capital. Santiago del Estero, 1952.
Carmen
figura entre los nombres que se usan para hombre y mujer.
Campesino
analfabeto. Buen narrador.
Cuento
825 Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 048
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