Diz
que el zorro ha querido aprender a silbar como la perdiz. No ha
sabido como va hacer, po, pa que ella le enseñe. Entonce que li ha
dicho:
-Comagrita,
enseñemé, po, a silbar. Mi hais de enseñar, coma-grita, po. Vos
silbáis tan alhajito.
Diz
que la perdiz le tenía desconfianza, como el Juan es tan pícaro y
li ha dicho:
Era
pa que el zorro no la pueda cazar.
El
Juan ha dicho que sí, que ha de coserse la boca pa silbar. La
comagre perdiz li ha cosido la boca. El zorro ha empezau a
soplar y algo de silbido le salía. Pero la perdiz ha queríu probar
a vean si va querer cazar lo mesmo. Diz que iba silbando el Juan por
un caminito di un pajonal, y áhi ha 'tau la perdiz, y cuando ha
llegau la comagre li ha volau cerquita de la boca. El zorro si ha
olvidado del silbido y ha hecho ademán de cazarla, y se li ha rajáu
la boca grande. Ha quedau bocacho del todo, el zorro y ya no ha
podido silbar más.
Manuel
Zoto, 53. Palpalá. Jujuy, 1959.
Campesino
rústico. Buen narrador.
Cuento
677. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 048
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