La cama del sabio
Anónimo
(arabe)
Cuento
Un sabio era conocido por todos por
su inalterable paciencia, tanto que corría la voz de que no se había airado
jamás en su vida por nada. Dudando del hecho, algunos amigos se pusieron de
acuerdo con su sirvienta para que hiciera de todo para hacerlo montar en
cólera.
A una sirvienta no le faltan ocasiones de este tipo; pero un arroz quemado o un
vaso roto, ciertamente, no podía mover a un tipo como su señor que desde
siempre había dado muestras de un inalterable control de sí mismo.
Entonces decidió no hacerle la cama
por la mañana: la dejaba así como estaba, limitándose sólo a arreglarla un
poco. Y el sabio, por la noche, se acostaba pacíficamente en su cama deshecha.
Así hizo por algún día y el sabio
no se alteró ni lo más mínimo. Después la sirvienta compadecida volvió a hacer
la cama. Pero el sabio le dijo: “¿Por qué has vuelto a hacerme la cama? ¡Yo ya
me he acostumbrado a la cama deshecha, y duermo mejor que antes!”
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