Historia de un rapto entre ogros
Anónimo
(arabe)
Cuento
El Rey
de los ogros tenía un hijo que se introdujo en casa de una ogresa para raptar a
su hija. Cuando él se presentó en casa de la ogresa, ésta no le reconoció
porque había tomado la forma de un caballo, y como a la ogresa le gustaba mucho
la carne de caballo, se puso muy contenta de poder apoderarse de la bestia,
atándola a la puerta de su casa. Pero cuando regresaron sus siete hijos -siete
hijos muy valientes, a lo que debe añadirse el padre que hacía ocho-, ellos
sintieron el olor del hijo del Rey de los ogros, y dijeron:
-Madre,
aquí huele a ghul.
-No,
hijos míos, sólo es este caballo.
-Bah,
este caballo es un ogro -dijo el hijo mayor.
La hija
de la ogresa se llamaba Lunja: la tenían escondida bajo siete velos. Entre
todas las ogresas no existía una belleza semejante. Sus siete hermanos la
custodiaban celosamente y todas las mañanas, apenas se despertaba, iban a
saludarla, antes de salir a cazar.
Una
noche el hijo del Rey de los ogros esperó a que los siete hermanos, cansados
por haber estado cazando todo el día, se quedasen dormidos como su padre y su
madre, y cuando desde lo hondo de su panza oyó ladrar a los perros, maullar a
los gatos y gritar a los hombres, abandonó su aspecto de caballo y tomó la
forma de un árbol. Desde la copa de este árbol podía ver a toda la familia
profundamente dormida. Recobró, entonces, su aspecto verdadero y entró en la
alcoba de Lunja.
-Ven -le
dijo-. Te llevo conmigo.
-Pero
mañana por la mañana cuando mis hermanos vengan a saludarme, ¿qué sucederá
cuando no me encuentren?
-Yo te
enseñaré lo que tienes que hacer. Escupe nueve veces, y cuando tu padre te
llame, el primer salivazo contestará por ti. Cuando le toque el turno a tu
madre, el segundo salivazo dará la respuesta por ti, y del mismo modo los
otros siete salivazos responderán a tus siete hermanos.
Entonces
el hijo del Rey de los ogros, por medio de un conjuro, llamó a uno de sus
súbditos; éste se deslizó en la alcoba bajo la forma de un serpentón. El Príncipe
le dijo:
-Quiero
que lleves a esta ogresa a mi Palacio.
Aquél se
trasformó inmediatamente en un caballo que se llevó a la joven, cubierta por
los siete velos.
A la
mañana siguiente el padre se despertó el primero y llamó a su hija: -¿Cómo te
encuentras hoy, Lunja?
-Estoy
muy bien, padre mío.
Poco
después su madre, y luego los hermanos le hicieron otras preguntas, y los
salivazos que la joven había dejado en la alcoba, iban respondiendo por ella.
Pero al
llegar la noche, cuando todos regresaron a la casa, ninguno recibió respuesta
a sus preguntas. Entonces el padre se transformó en rayo, y el hermano mayor en
relámpago y ambos partieron en busca de Lunja.
Pero el
hijo del Rey de los ogros conocía aquella transformación y sabía que el padre
se escondía bajo la forma del rayo y el hijo bajo la forma de un relámpago, y
dio Qrden al ogro que había raptado a Lunja de hacer salir a sus batallones de
ogros.
Así
pues, cuando el padre y el hermano de Lunja llegaron al castillo donde se
encontraba la joven, se encontraron con las tropas enemigas desplegadas, como
si el hijo del Rey estuviera muerto y aquél fuese el día de sus funerales.
Ambos, a la vez, rápidamente, abandonaron la forma de rayo y de relámpago, y
recobraron su aspecto normal, entrando al Palacio del hijo del Rey de los
ogros. El padre de Lunja empezó a informarse:
-¿Es que
el hijo del Rey últimamente ha hecho algún viaje?
-¿Ha
estado enfermo y ha muerto de repente?
-Hace
más de un mes -le dijeron-, que padecía una grave enfermedad.
En
realidad los súbditos del Príncipe sabían que se trataba del padre y del
hermano de la joven raptada. Al mismo tiempo éstos, como tenían la certeza de
que Lunja debía estar en el castillo, fingieron no saber nada y pidieron
hospitalidad. Les dieron la bienvenida y les hicieron entrar en una cámara toda
de hierro donde fueron encerrados. Los súbditos del Príncipe juntaron una gran
cantidad de leña en torno a la cámara de hierro, le prendieron fuego y les
abrasaron.
La
joven, encerrada en el Palacio, no tenía la menor idea de que estuvieran
quemando a su hermano y a su padre. El hijo del Rey de los ogros, que se había
hecho pasar por muerto, se acercó a la cámara rodeada por las llamas y les
gritó:
-Yo soy
el que ha raptado a vuestra hija.
El padre
respondió:
-Aunque
sólo quede de mí un hueso, este hueso te perseguirá y te cegará.
Al
quemarse, los ogros explotaban con un rumor de cañonazos. Finalmente la puerta
de la cámara de hierro se abrió y el fuego se apagó y sus restos se esparcieron
por doquier, pero quedó un huesecito que saltó de golpe a los ojos del
Príncipe, que se quedó ciego.
Mientras
tanto, la madre y los otros siete hermanos de Lunja se habían trasformado en
soplos de viento y se dirigieron hacia el Palacio del Príncipe. Los súbditos
acudieron a su encuentro.
Los
soplos de viento se convirtieron en ogros.
-¿Qué es
lo que deseáis?
-Hemos
sabido -respondieron- que el hijo del Rey ha muerto, y venimos a asistir a sus
funerales.
-Os
rogamos que atendáis un momento.
Mientras,
otros súbditos del Príncipe estaban cavando una profunda fosa. Cuando la
rellenaron de leña y le prendieron fuego, cubrieron la hendedura con esteras,
y luego les invitaron a que entraran. Ellos así lo hicieron, y al sentarse
sobre la fosa incendiada, todos cayeron sobre el fuego y se quemaron.
Contado por Khiva, mujer de Mohammed ben El
Ha¡ ben Nfisa, de Blida.
y el dibujo
ResponderEliminarNo lo sé
EliminarCual es la escena de un rapto entre ogros
ResponderEliminarCyal respyesta es
EliminarNo se
EliminarNo se
Eliminartime lase
ResponderEliminarNecesito un resumen
ResponderEliminarNecesito 3 ideas principales
ResponderEliminarEn que se transformó el hermano mayor de lunja
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