¿Cuál
era su nombre?
Sona
Mariama
¿Cuantos
años tenía?
Dieciséis
¿Qué
le pasó?
Ésta
es su historia
Había
una vez un hombre que tenía una preciosa hija. Él, se dijo a sí mismo un día:
"Mi hija es tan bonita, que no dejaré que se case con ningún hombre. Yo
mismo me casaré con ella." Su mujer se entristeció cuando él le contó su
decisión pero simplemente dijo:
-De
acuerdo. Cuando la hija se hizo mayor, el padre anunció que se casaría con
ella. Llamó a su hija para hablar con él y le dijo que sería su esposa. La
muchacha contestó:
-Tú
no me tomarás como esposa. Si no encuentras un buen marido para mí, iré a la
selva y me encontraré con el elefante salvaje y dejaré que me mate. Pero el
padre insistió que quería casarse con ella. Dijo también que la boda sería al
día siguiente. La madre entonces avisó a la hija:
-Lo
que debes hacer es esto: mañana por la mañana, ven a verme temprano y pídeme la
calabaza para transportar el agua. Asegúrate de que tu padre esté conmigo. Di
en su presencia: "Madre, voy al pozo a buscar un poco de agua."
Cuando llegues al pozo dejas la calabaza allí y luego corre lejos. La hija
estuvo de acuerdo y su plan trazado. Al día siguiente el padre mató una vaca.
Luego se preparó para la boda. Mientras se estaba preparando llegó la hija y
preguntó por la calabaza.
-Debo
sacar agua del pozo -dijo- para prepararme para la boda. Cogió la calabaza y la
dejó al lado del pozo. Luego corrió rápidamente hacia la selva. Después de
correr un rato se encontró a un búfalo. Él la miró con atención y le dijo:
-Chica,
eres realmente preciosa. Sona Mariama sonrió pero no dijo nada -¿Dónde vas?- le
preguntó el búfalo.
-Voy
a ver al elefante salvaje para dejar que me mate -dijo. Entonces empezó a
cantar tristemente:
Mi
padre dijo que yo, Sona Mariama, sería su esposa.
Mi
madre dijo que yo, Sona Mariama, sería su co-esposa.
Mis
hermanos dijeron que yo, Sona Mariama, sería su madre.
Mis
niños dirán que yo seré su abuela.
El
búfalo dijo: -Yo jamás he visto nada semejante, Sona Mariama. Tampoco nunca he
oído nada semejante, Sona Mariama. Niña, has hecho bien en correr lejos. La
chica continuó su camino. Más lejos encontró a un león. El león quedó
sorprendido de ver a una chica tan bonita. Y dijo:
-Eres
una muchacha muy bonita ¿Dónde vas?
-Voy
a ver al elefante salvaje para que me mate -dijo.
Mi
padre dijo que yo, Sona Mariama, sería su esposa.
Mi
madre dijo que yo, Sona Mariama, sería su co-esposa.
Mis
hermanos dijeron que yo, Sona Mariama, seríasu madre.
Mis
niños dirán que yo seré su abuela.
El
león contestó al igual que lo hizo el búfalo: - Yo jamás he visto nada
semejante, Sona Mariama. Tampoco nunca he oído nada semejante, Sona Mariama.
Niña, has hecho bien en correr lejos. Como antes, la chica continuó su viaje,
hasta que se encontró a un conejo. El conejo quedó perplejo por su belleza y le
preguntó a dónde iba. Sona Mariama le contó su historia, y le dijo que estaba
buscando al elefante salvaje para que la matara.
-Soy
el mensajero del elefante salvaje -dijo el conejo.
-Déjame
que te lleve hasta él. Sona Mariama siguió al conejo hasta la parte más densa
de la selva. Intentó recordar el camino por el cual había llegado hasta allí
pero no pudo. "No importa" pensó. "Da igual que esté perdida.
Pronto me encontraré cara a cara con el elefante salvaje y éste será mi
final". El conejo iba delante y Sona Mariama le seguía hasta que llegaron
a una densa arboleda.
-Aquí
es donde vive el elefante salvaje -dijo el conejo- ¿Quieres entrar a verle o
prefieres correr lejos?
-Debo
verle inmediatamente -dijo Sona Mariama que entró en el círculo de árboles.
Dentro, estaba oscuro, pero pudo oír como la tierra retumbaba cuando el
elefante se levantaba de su sueño y se acercaba a ella.
-¿Quién
ha osado entrar en mi refugio? -murmuró el elefante.
-He
sido yo, Sona Mariama -dijo la chica. El elefante salvaje se paró en cuanto la
vio. Era realmente preciosa.
-Siéntate
-dijo-. Ahora cuéntame por qué has venido a estorbar mi sueño.
-He
venido para morir -respondió ella.
Mi
padre dijo que yo, Sona Mariama, sería su esposa.
Mi
madre dijo que yo, Sona Mariama, sería su co-esposa.
Mis
hermanos dijeron que yo, Sona Mariama, seríasu madre.
Mis
niños dirán que yo seré su abuela.
El
elefante salvaje dijo:
-Yo
jamás he visto nada semejante, Sona Mariama. Tampoco nunca he oído nada
semejante, Sona Mariama. Pero todavía no puedo matarte. Dile al conejo que te
lleve hasta el campamento del rey y deja que él decida. Ella estuvo de acuerdo
en ir con el conejo. Cuando llegaron, encontraron al rey y a todos sus
consejeros sentados. Todos quedaron sorprendidos de la belleza de la muchacha.
-¡Que
bonita eres! ¿Cómo te llamas? -le preguntaron.
-Sona
Mariama -contestó.
-¿Por
qué has sido traída aquí? Les contó el plan de su padre, y cómo, con la ayuda
de su madre había escapado hasta la selva. Les contó que se había encontrado al
búfalo y al león. También, cómo el conejo la había conducido hasta el elefante
salvaje y de que éste se había entristecido por ella y había dejado el caso en
manos del rey. El rey quedó sorprendido por su historia. Inmediatamente llamó a
un mensajero para que trajera al padre con ellos. Cuando fue traído ante la
corte, el padre se arrojó a su merced. Estaba profundamente arrepentido de su
comportamiento. El rey no le castigó, pero fue enviado a casa en desgracia.
Luego, el rey dijo a sus consejeros:
-Traed
el Tambor Real. Empezaron a tocar el tambor. Cantaban:
El
Tambor Real suena
por
Sona Mariama
por
Sona Mariama
Sona
Mariama.
Cuando
la gente oyó el tambor, se acercaron al campamento del rey. Había fiesta y
bailaban. Todo el mundo estaba contento en esos momentos. El sonido del tambor
real por una mujer significaba que el rey quería casarse con ella. Y ese tambor
continua sonando en este día. Sona Mariama se casó con el rey.
009 Anónimo (africa)
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