En el país de Bana había una vez una
serpiente boa que arrebataba a las recién casadas la primera noche de bodas, y
al cabo de siete días las devoraba.
Era imposible remediar aquel estado de
cosas, pues cada vez que le cortaban la cabeza, le brotaba una nueva.
Cierto día, la serpiente se apoderó de
la esposa de un hombre llamado Ntyi.
A la mañana siguiente, el enfurecido
esposo se dispuso a terminar con la serpiente de una vez para siempre.
Cuando llegó a la cueva de la boa, oyó
a su mujer que se expresaba de este modo:
-Preciosa serpiente, la muerte que me
amenaza no me impide experimentar un deseo... Quisiera saber cómo se te puede
dar muerte...
-Voy a complacerte, mujer -respondió
la boa-. En la selva que hay al sur del poblado habita un toro salvaje; en el
vientre del toro hay una zorra viva, en el de la zorra, una pintada, y en el de
la pintada, una tórtola, que lleva un huevo en el suyo. Para matarme es
necesario romper ese huevo, y que una mosca pique en la yema y luego venga a
posarse en mí. Tan pronto como lo haya hecho, caeré muerta.
Al oír estas palabras, Ntyi se dio
cuenta de que era inútil emplear contra la serpiente las armas y los medios de
combate ordinarios.
Alejóse, pues, y se dirigió a la
selva.
No bien hubo atravesado el poblado, se
encontró con un león de enorme tamaño que le cerró el paso, rugiendo ferozmente
y mostrándole sus larguísimos colmillos y terribles garras.
Pero Ntyi continuó su camino sin
mostrar el menor temor.
-¡Hombre -díjole el león sorprendido-,
eres el primero a quien no han aterrorizado ni mis rugidos ni la amenaza de mis
colmillos! ¿Por qué es eso?
Ntyi respondió:
-No te tengo miedo porque he de
enfrentarme con un animal mucho más terrible que tú.
-¿Quieres que te acompañe? -propúsole
el león.
-No me parece mal -respondió Ntyi.
Y el león le acompañó.
A algunos pasos de allí, una pantera
saltó de repente sobre Ntyi y quiso asestarle un zarpazo, pero él la desvió con
el codo y prosiguió su camino sin volver la cabeza.
Asombrada, la pantera le preguntó:
-¿Cómo es posible que no me tengas
miedo?
-He de entendérmelas con una fiera
mucho más terrible que tú - respondió Ntyi.
-¿Quieres que te acompañe?
-Perfectamente.
Y Ntyi prosiguió su camino, seguido
del león y de la pantera.
Al llegar a una meseta cubierta de
hierba, un águila se lanzó sobre Ntyi y le desgarró una oreja, la derecha.
-No quiero combatir contigo -dijo
Ntyi-. Tengo que luchar con un enemigo más peligroso que tú.
El águila se brindó también a
acompañarlo, y él aceptó.
A pocos pasos de allí, un halcón
desgarró la oreja izquierda de Ntyi, que le dijo:
-El águila es más fuerte que tú y no
le he tenido miedo.
Y el halcón pidió y obtuvo permiso
para unirse a la pequeña comitiva.
Andando que te andarás, Ntyi tropezó
de repente contra una piedra y del encontronazo le saltó la uña del dedo pulgar
del pie derecho, pero no se detuvo por eso y prosiguió su camino sin mirarse el
pie siquiera.
La piedra le dijo:
-Ntyi, eres el primero a quien hiero
sin que se preocupe por su herida. Permíteme que vaya contigo.
Y Ntyi accedió.
A alguna distancia de allí metiósele
una mosca en la nariz y le salió por la boca sin que estornudase.
-¿Por qué no has estornudado? -exclamó
la mosca, asombrada.
-Estoy preocupado por una lucha terrible
que he de sostener.
La mosca rogó que la dejara
acompañarlo y él accedió gustoso.
Todos untos se dirigieron al bosque.
Cuando hubieron llegado, Ntyi dijo a sus compañeros:
-Mis queridos camaradas, supongo que
sabréis que en los alrededores de mi poblado hay una serpiente boa que se
dedica a robar a todas las recién casadas. La noche pasada se apoderó de mi
mujer.
"Dispúseme a luchar con ella y
habríalo hecho con el mismo fatal resultado que todos los que hasta ahora lo
han intentado, cuando, al aproximarme a la cueva, la oí que confiaba a mi mujer
el único medio de darle muerte.
"Para ello es necesario que se
pose sobre ella una mosca que haya estado picoteando la yema de un huevo que se
encuentra en el vientre de una tórtola; la tórtola, a su vez, se halla en el
vientre de una pintada, la pintado en el de una zorra, la zorra en el de un
enorme toro salvaje que habita en este bosque.
"Cada uno de vosotros podrá
concurrir con buen éxito al feliz resultado de mi empresa."
En aquel momento se hallaban en el
corazón del bosque. No tardó en aparecer el toro, que vino mugiendo hacia
ellos, pero el león se enfrentó con él y lo estranguló de un zarpazo.
Abriósele el vientre seguidamente y
saltó la zorra, que murió en las garras de la pantera.
Al desgarrarle las entrañas salió
volando la pintada, que atrapó el águila en un santiamén. Del vientre de la
pintada surgió como una flecha la tórtola, pero el halcón se lanzó sobre ella
con la velocidad del rayo y la abatió sin vida.
Sacáronle el huevo. La piedra lo
rompió y la mosca, después de revolcarse en la yema, fuése en busca de la
serpiente boa.
A los pocos minutos de alejarse la
mosca del bosque se oyó un estrépito terrible. La mosca acababa de posarse
sobre la serpiente. Al cabo de unos instantes todo quedó en el mayor silencio.
El monstruo había muerto.
Ntyi dio las gracias a sus amigos y se
encaminó al antro de la ser-piente. Allí encontró a su esposa sana y salva y a
la boa reventada.
Inmediatamente sacó a su mujer de
aquel terrible lugar y penetró en el poblado, donde fue recibido por todos los
notables, que le aclamaron delirantemente.
Los músicos compusieron cánticos en su
honor, ensalzando su magnífica victoria, aunque él refirió la verdad de lo
sucedido.
La fama de sus hazañas llegó hasta el
"alamar", que lo hizo llamar a su palacio y le regaló cien cosas de
cada especie, por lo que Ntyi vivió en lo sucesivo extremadamente rico y feliz.
009 Anónimo (africa)
No hay comentarios:
Publicar un comentario