El malvado
dios Seth desconocía que Osiris e Isis tuvieron un hijo llamado Horus. Isis y
Horus se escondían cuando Seth los encontró y los encerró.
Cuando caía
la tarde y con la ayuda de Thot, dios de la justicia y la verdad en la tierra y
el cielo, escaparon de su prisión. Durante su viaje envió siete escorpiones
mágicos para guiarles y protegerles.
Tras un
largo viaje por la Tierra
de Egipto, llegaron a Per-Sui, ciudad donde se venera al cocodrilo. Isis y su
hijo llegaron muy fatigados y con ganas de descansar. Vieron una casa cercana a
las marismas donde, en la puerta, se encontraba una mujer muy rica llamada
Usert. Pero al ver los siete escorpiones que los acompañaban, se negó a
ayudarlos y les cerró la puerta de su casa, aunque al final encontraron donde
descansar, pues una mujer pobre los albergó amablemente en su casa.
Los
escorpiones, a pesar de todo, estaban muy enfadados por la actitud de la mujer
rica, y decidieron darle una lección por su falta de caridad. Le dieron todo su
veneno a su jefe, Tefen, quien entró en la casa de la mujer rica y de este modo
picó a su hijo que estaba durmiendo. La mujer comenzó a llorar pidiendo ayuda,
pero nadie acudía a socorrerla. Sin embargo, la diosa Isis salió
corriendo a ayudarla. Cogió en brazos a su niño y ordenó al veneno mortal
mediante sus palabras que saliera de su pequeño cuerpo, y de este modo se salvó
de la muerte.
La mujer de
nombre Usert se dio cuenta de que Isis, la Señora de la Magia , a quien antes sin consideración ninguna
había negado hospedar, había salvado la vida de su hijo. Sentía tales remor-dimientos
que ofreció toda su fortuna a Isis y a la mujer pobre de las marismas que
ofreció su casa sin temor alguno.
034 Anónimo (egipto)
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