Había una vez una costurera
ladrona, coqueta y orgullosa. Tenía la costumbre de quedarse con parte de las
ricas telas que le traían para su trabajo. Así se vestía lujosamente y cambiaba
de trajes muy a menudo.
Un día fue una mujer muy
pobre para que le hiciera un vestido de dos colores, azul y amarillo. La
costurera le pidió, como de costumbre, que comprara más cantidad de tela de la
que necesitaba. A pesar de que el gasto era grande la mujer cumplió con
sacrificio sus indicaciones.
Con lo retazos que le
quedaron, la costurera pudo hacerse un precioso vestido azul, de pechera
amarilla, y llena de vanidad lo lució en una fiesta.
Pero aquella mujer pobre,
que era la Virgen, para castigarla le hizo perder su forma humana y la
convirtió en urraca [1].
Aún lleva el ave el traje de dos colores que la delató, y sigue siendo, como
entonces, ladrona, coqueta y orgullosa.
Tomado del libro:
Antología Folklórica Argentina para las Escuelas de
Adultos - Consejo Nacional de Educación. (1940)
015 Anónimo (argentina)
[1] Urraca- Guira guira
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