Había una vez una gallina. Tenía doce
pollitos.
Entonce una vez fue el
zorro y le dijo que se los diera para ahijaditos. Se los dio. Y el zorro se
fue.
Después, un día fue a
visitarlos. Le dijo que le prestara un ahijadito para compaña y enseñarle a
ler. Entonce ella se lo prestó. Bué... Y se fue. Bué... Fue y se lo comió en la
casa de él.
-Áhí 'tá -que le dice,
'tá triste. Quiere que le mande otro hermanito para jugar, porque él 'tá
solito.
Entonce dice que la
gallina, cuando quedó sola dijo que iba ir para la casa del zorro a ver los hijitos. Cuando fue se
los había comido a todos. Entonce dice que la gallina se puso triste, a llorar,
y el zorro se reía de la gallina.
Bueno, fue la águila donde 'taba el zorro, y
entonce que le dijo que había un baile en el cielo.
Triste porque li había
muerto los pollitos, se los había comido, pero contenta porque lo mataron a él
también.
Delicia Zavala de Pérez,
25 años. Cumbre de los Comechingones. Puesto La Rubia. Chacabuco.
San Luis, 1968.
Campesina inteligente
que ha superado la escasa cultura adquirida en un año de concurrencia a la
escuela de estos lugares tan apartados de las montañas. Aprendió el cuento del
padre, Segundo Zavala, gran narrador.
Cuento 96. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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