El zorro se llamaba don Juan y el
tigre don Simón.
Una güelta se encontró el tigre con
el zorro en la orilla de una laguna. El tigre andaba muy enojado con el zorro
por las malas jugadas que le hacía siempre. Entonce le dice:
-Cómo me va a comer, tío Simón, si
yo lo vengo a invitar para una farra, áhi cerca no más, al otro lado 'e la
laguna.
-Mirá Juan que si me hacés
empantanar te voy a dar una paliza y te voy a tragar entero -le dijo el tigre.
El tigre le ha creido al zorro. El
zorro ha empezao a caminar en la punta de los dedos por un pedacito de barro
duro que había y lo ha hecho entrar al tigre por un lao que había un pozo.
-Por áhi pase usté, que es más duro
-le dice.
El tigre empieza a caminar, y como
era durito ande pisaba, se jue entrando, hasta que se hundió de golpe hasta la
panza. Entonce el zorro le dijo que dé un salto juerte pa un lao. Áhi dio el
salto el tigre y se hundió del todo. Y áhi se augó el tigre. Y el zorro se
salvó. Y se jue el zorro y quién sabe ande andará haciendo picardías.
Rodolfo Ibáñez, 45 años. Campo
Dardatti. Castellanos. Santa Fe, 1953.
Campesino rústico de la comarca.
Cuento 192. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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