El zorro y el tigre andaban juntos.
El zorro le decía mi tío al tigre.
-Buen día, mi tía. Aquí le manda mi
tío este pecho de carne, que lu ase, que comamos y esta noche que durmamos
junto los dos.
Por último, amaneció y Juan no pudo
acostarse en ningún lado.
Bueno... Entonce el tigre va y le
pregunta si Juan había traido el pecho 'e carne. Le dijo que sí, que se lu
había entregado y que li había dicho que lu asara, que lo comieran y que yo
durmiera con él, que decías vos. Entonce el tigre se enoja y dice:
Bueno... Va y lu encuentra
durmiendo bajo del árbol, el tigre. Bueno, y el tigre lo hincaba con una paja
en la nariz. Y el zorro dormido decía:
-Dejemén, moscas, qui anoche nu hi
dormíu por estar con mi tía tigra y ustedes me 'tán picando, no me dejan
dormir. En ese momento abre los ojos y lo ve al tigre y sale disparando y el
tigre lo sacó corriendo. El zorro se entró en una cueva y el tigre lu agarra de
la cola. Entonce le dice él:
Bueno, el tigre lo larga y se salva
el zorro. Pero el tigre se queda en la puerta de la cueva cuidandoló. Y en eso
viene el carancho y le dice el tigre:
-Vení Miguel -porque al carancho le
dicen Miguel, cuidame este preso hasta que yo traiga las herramientas para
sacarlo.
Y claro, cuando él se preparó, se
empinó y abrió el pico, el zorro le echó un puñado de tierra y se va. Y ya se
fugó, se mandó a mudar.
Bueno, cuando vino el tigre ya no
lo encontró. Y el tigre se enojó mucho. Y siguió el tigre con su vigilancia
para encontrar a Juan. Y como el zorro bajaba en la noche recién, al agua, de
miedo del tigre, el tigre se escondió en un portío
que él tenía de salir al agua. Y ya cuando llega el zorro, el tigre lu agarra
de la mano, y el zorro pega un grito tan tremendo que lu asusta al tigre y lo
larga. Y se vuelve a fugar otra vez.
Y el zorro anda pensando siempre
cómo se va a librar. Después si hace amigo de unos cuantos perros. Y los hace
esconder a los amigos y él se pone a gritar: juac... juac... Y lo oye el tigre
y se va. Bué... Entonce cuando llega lo oye al zorro que está diciendo:
El tigre se va para ver qué era eso
que el zorro 'taba contando y salen los perros y lo matan al tigre. Y entonce
pudo andar siempre con libertá.
Robustiano Bustos, 66 años.
Tulumba. Córdoba, 1952.
Nativo de este pueblo serrano. Buen
narrador.
Cuento 160. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 030
No hay comentarios:
Publicar un comentario