Cuando yo era
pequeño, a mi clase venía una niña que era muy bonita. A mí me gustaba mucho. Y
creo que yo a ella también, ya que un día cuando entré en clase, encima de la
mesa me había dejado un avioncito de papel, al siguiente día, tenía dos, al
otro, tres, hasta que llegó un día que tenía todo el pupitre lleno de
avioncitos de papel. Y aunque era muy tímido, ya no pude aguantarme más y le
pregunté
-¿Por qué me
dejas tantos avioncitos de papel?
Y ella me
contestó:
-Porque tú eres mi cielo.
999. Anonimo,
No hay comentarios:
Publicar un comentario